sábado, 25 de julio de 2009

KATARSIS

El juego teatral y la dramatización son actividades recreativas por lo cual, no deben perder el espíritu lúdico. En ellas están permitidos los libretos abiertos, la improvisación y sobre todo, una buena dosis de humorismo, situaciones que se logran a cabalidad en los talleres que dirige Richard Torres.
El ejercicio físico es imprescindible para el futuro actor, hay que cuidar nuestra herramienta de trabajo:nuestro propio cuerpo.
Como el teatro es la reproducción de la vida mismo, se justifica la preparación física del cuerpo y de la voz para representarlos en el escenario de la misma manera que lo hacemos en la vida real.
Richard Torres, está pendiente de cada una de las manifestaciones de sus alumnos, presto a brindar sugerencias y corregir errores que pueden dañar el trabajo del futuro actor.
Los alumnos que participan en este taller tienen la predisposición para realizar todo tipo de trabajo teatral que sin lugar a dudas redundará en beneficio de cada uno de ellos.
No solo para este, sino para cualquier dirección se debe poseer un mínimo de conocimiento y experiencia, Richard Torres goza de un abundante caudal de ambas, suerte para los que estamos con él.
En este taller se trata de hacer un teatro más natural, adaptado a lo que acontece a diario y romper el mito de que el teatro es algo fijo, en lo que todo está pensado y al que no puede acceder cualquier persona. Uno de los factores que permite la actuación de manera natural es la confianza en sí mismos y el apoyo y respeto de los demás compañeros entre sí y al trabajo que cada uno realiza.
Las expresiones faciales se logran a través de una simbiosis efectiva entre el trabajo previo, la concentración y el deseo de hacer bien las cosas.
La improvisación se emplea muchas veces para penetrar en sentimientos más profundos, o bien para romper barreras del lenguaje diario y adentrarse en las honduras del alma humana en búsqueda de lenguajes alternativos.
La improvisación es la habilidad de contar historias que se crean y desarrollan en el instante mismo de actuarlas. Esta forma de teatro se presenta en este taller, no como un adiestramiento en la formación para los actores, sino como un producto en el que los intérpretes presentan un planteamiento que cobra vida en el escenario.
El ejercicio de la improvisación resulta siendo enriquecedor y muy atractivo de ver, debido al constante riesgo en que están los intérpretes y al carácter imprevisible del ejercicio actoral, que llena de emoción y suspenso al resto del espectadores.
Existe un estado de tensión emocional previa, anterior a la representación teatral misma, distinta a lo que debemos representar, para eso entrenan nuestros alumnos, para dominar el rol actoral, las circunstancias imprevistas y el deseo del público de espectar una obra que valga la pena.
En este taller el futuro actor desarrolla la acción o los sentimientos mediante gestos faciales, movimientos corporales o actitudes, muchas veces sin utilizar necesariamente las palabras.
Cada una de las caracterizaciones de los alumnos que participan en este taller de teatro, se realizan con tal convicción y entrega que estas propuestas y algunas improvisaciones, terminan siendo de por sí, piezas dignas de ver.
En la ejecución de estos ejercicios teatrales, el futuro actor va sacando a la luz sus dotes naturales y a la vez pule algunas de las imperfecciones, que Richard Torres corrige con profesionalismo y vocación, a fin de que sus discípulos se encaminen por la sendas correctas de la actuación.
Nuestros futuros actores son ejercitados para conocer distintas técnicas de creación y caracterización, aplicando capacidades como la concentración, la memorización, la improvisación y la dicción, además de dominar elementos fundamentales para la expresión, el ritmo, el movimiento, la armonía, el equilibrio, el manejo del espacio y del tiempo.
Los actores que trabajan en el teatro deben perfeccionar su trabajo en los ensayos para establecer sus movimientos sobre el escenario, memorizar los textos que han de decir.
El papel de un actor o de un grupo es el de interpretar, delante de un publico que lo vea.
Richard Limay Torres, más conocido como Richard Torres, atento a cada una de las expresiones artísticas de sus alumnos, futuros actores que de por sí tienen el privilegio de contar con el apoyo y la dirección de alguien como él.

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